Kobe, Kobe, Kobe… todavía retumban estos ecos en el Staples Center.
Parece que fue ayer, pero este martes se cumple un año de la repentina muerte de Kobe Bryant, su hija Gianna y otras siete personas que viajaban con ellos por las colinas de California.
El 26 de enero de 2020 el helicóptero que los transportaba se precipitó a tierra y trajo esa mezcla de dolor e incredulidad al mundo de la NBA, que lloró sin consuelo la muerte de uno de sus grandes ídolos.
El accidente fue el preludio del horrible año que se avecinaba con la pandemia de coronavirus y la muertes de otros grandes del deporte mundial.
Sus Lakers le brindaron el mayor de los homenajes que no fue el emotivo tributo en su honor en el Staple Center, sino el título de la NBA 2020 dedicado a él, tras el triunfo en las Finales de la NBA ante el Heat de Miami en la burbuja de Orlando.
Kobe, quien dejó este mundo con apenas 41 años, es considerado una verdadera leyenda en los Lakers con el que ganó cinco campeonatos antes de retirarse en el 2016 continuó muy ligado al equipo.
Sin dudas fue el mejor escolta de todos los tiempos y uno de los jugadores más grandes de la historia.
“Hay muchas cosas que mueren en este mundo, pero las leyendas nunca mueren, y él es exactamente eso”, dijo el hoy astro de los Lakers LeBron James. “Así que se trata de representar eso”.
Bryant tuvo una despedida por todo lo alto en el 2016 en su partido final con 37 años. Anotó 60 puntos y sus Lakers derrotaron a Utah (101-96) para cerrar así su brillante carrera de 20 años en la NBA defendiendo la misma camiseta.
De nada valen hoy las causas del accidente, en el que también murió el propio piloto del Sikorsky S-76 Ara Zobayan, ni las demandas interpuestas por su viuda Vanessa Lanie junto a sus tres hijas: Natalia, Bianca y Capri. Nada de eso le traerá de vuelta.
Hoy solo queda recordar al jugador imparable, que nunca se rendía, que amaba los retos y que superó todos los obstáculos, incluso a sí mismo para convertirse en un verdadero campeón.
Los Ángeles, su ciudad adoptiva, aún le llora y eso se refleja en los murales de la ciudad y en la gran cantidad de homenajes que recibió tras su fallecimiento.
Gianna tenía 13 años y no pudo llegar con su padre a jugar el partido de basquetbol en la Academia Mamba, junto a dos compañeras de equipo y sus respectivas familias: Alyssa Altobelli y sus padres, y Payton Chester y su madre, además de la entrenadora Christina Mauser.
Los Lakers no le harán este 26 de enero un homenaje especial, entienden lo duro que es y que ellos silenciosamente se lo hacen todos los días.
“A medida que nos acercamos a su primer aniversario, nos entristece el corazón darnos cuenta de que se ha ido”, dijo Anthony Davis. “Sé que todavía tengo problemas con eso, todavía no puedo creerlo”.
Fuente: El Nuevo Herald
