13 Jun / 10:20 am

Orlando, de la culpa a la responsabilidad

-A +A

untitled-article-1465767064

Cuando ocurre una masacre como en Orlando, otra vez aparece la herida abierta de los seres humanos que no hemos podido aún, como grupo, lidiar con las diferencias, con el dolor y los miedos. Los miedos más profundos, de esos que pueden cegar tanto a alguien que aún naciendo del amor, puede olvidarse de todo para crear tanto, tanto desastre.

En estos casos, de inmediato apuntamos al culpable y, con cierta justicia humana, lo condenamos. Pero encontrar culpables, claro está, no nos ha hecho una mejor sociedad. Las pruebas están a la vista. Siento que es hora de dejar de buscar culpables y encontrar responsables. Y en esa lista, quien mas, quien menos, estamos todos apuntados.

Hay dos preguntas que constantemente me hago:

¿Qué puedo hacer por esto? Y después de encontrar la respuesta, me hago otra: ¿Qué estoy dispuesto a hacer de eso que puedo?, permitiéndome una respuesta honesta.

La ira, el ataque a lo diferente y lo que no conocemos pero enjuiciamos, la violencia y ese enojo invisible que aparece cada día en nuestras calles, no nos es ajeno. De una u otra manera, somos parte de el. Quien ofende, ataca y mata, es parte de este mundo, vive en una familia y, muchas veces, está más cercano de lo que pensamos.

Soy optimista, pero también objetivo para darme cuenta que aún a esta altura de la evolución no estamos tan adelantados para lidiar en paz con los que piensan diferente, o dejar de lado todos los enojos que muchas veces terminan en violencia, pero también sé que podemos elegir otra manera. Estamos un poco adormecidos, pero no tanto como para seguir apostando por lo que nos destruye.

¿Qué podemos hacer por esto?

¿Qué es lo que estamos dispuestos a hacer de eso que es posible?

Comencemos hoy, donde estemos, a revisarnos para que estas tragedias no se conviertan en otro espejo para vernos y dar vuelta la cara. Sino para, de una vez por todas, mirar de frente y hacernos cargo que el espejo no puede ser tan diferente del rostro de quien se mira.

Somos el mundo. El mundo no esta afuera. Afuera solo vemos lo que somos. Y tengo la certeza que somos mucho más que todo esto. Mucho, mucho más.

 

Por: Julio Bevione / @bevione en Twitter 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *