10 Jun / 04:01 pm

Jóvenes floridanos pudieran convertirse en fuente de propagación del COVID-19

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Durante los peores días de la pandemia el año pasado, el mismo virus que golpeó a los hospitales del sur de Florida, los hospitales infantiles de la región se mantuvieron inquietantemente en calma.

Pero a medida que más adultos se han vacunado contra el virus la carga de la enfermedad se ha desplazado hacia los adolescentes y, con ello, hacia la atención de muchos expertos en salud pública. El índice de hospitalización por COVID entre las personas de 12 a 17 años volvieron a aumentar en abril después de una caída en marzo, según un estudio reciente que abarcó 99 condados en 14 estados por los Centros de Prevención y Control Enfermedades (CDC). Los adolescentes son hospitalizados por COVID con mucha menos frecuencia que los adultos, pero con más frecuencia que los niños, concluyó el estudio.

En los condados Miami-Dade y Broward, las autoridades de los hospitales infantiles dicen que el COVID pediátrico ha sido relativamente raro en sus instalaciones, aunque enfatizaron la necesidad urgente de que los adolescentes del sur de la Florida se vacunen. No es solo para proteger su propia salud, sino la salud pública en general.

Aunque decenas de miles de habitantes del sur de Florida han sido hospitalizados por COVID, solo una fracción de ellos eran menores de 18 años. Desde marzo del año pasado, el Hospital Infantil Holtz, parte de Jackson Health System, ha tenido 783 pacientes COVID menores de 18 años, 574 de 0-11 años y 209 de entre 12 y 18 años. El Hospital Infantil Joe DiMaggio en Broward ha tenido alrededor de 174 pacientes de COVID.

Esas cifras incluyen a los niños que llegaron a los hospitales por otras razones y luego dieron positivo al virus.

Prácticamente ningún niño se ha presentado en el Joe DiMaggio en las últimas cuatro a seis semanas con el síndrome inflamatorio posterior al COVID, conocido como “MIS-C”, que se ve principalmente en los niños, según el Dr. Ronald Ford, director médico de esa institución. En correspondencia con eso, los niños han estado regresando al hospital para recibir tratamiento no COVID a niveles previos a la pandemia en los últimos tres meses, agregó.

Y aunque Ford recibe de buena gana la noticia, dijo que también está cada vez más preocupado. Debido a que los adolescentes han tenido menos probabilidades de enfermarse gravemente de COVID, Ford teme que también se vacunen menos. Alrededor de 22% de los floridanos de entre 12 y 19 años han recibido al menos una dosis de una vacuna contra el COVID, según el epidemiólogo Jason Salemi, de la Universidad del Sur de Florida. La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer fue autorizada para personas de 12 años o mayores hace aproximadamente un mes.

“Estamos volviendo a la normalidad en muchas cosas y la gente finalmente está empezando a pensar que las cosas ya estén en el lugar de siempre, pero quiero advertir que es parte de la razón por la que estamos de vuelta a la normalidad es por el éxito del programa de vacunación”, dijo Ford. “Si dejamos de hacerlo, corremos el riesgo de retroceder”.

Eric Toner, académico principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, dijo que una combinación de protección de vacunas para adultos, el levantamiento de las restricciones y potencialmente la influencia de nuevas variantes está llevando a un aumento de las infecciones entre los estadounidenses más jóvenes.

“El riesgo para cualquier niño individual es muy pequeño”, dijo Toner. “Pero desde el punto de vista de la salud pública y mirándolo desde el punto de vista de la población, es importante vacunar a los niños, no solo para protegerlos a ellos, sino para evitar que los niños sean una fuente del virus que mantiene la propagación entre el resto de la sociedad”.

¿CUÁNTOS NIÑOS SON HOSPITALIZADOS POR COVID EN LA FLORIDA?

Aunque la hospitalización de adultos por COVID han disminuido constantemente en la Florida, el índice de ingresos está entre los más elevados del país. Mientras tanto, el índice de hospitalizaciones pediátricas ha fluctuado, siguiendo patrones similares observados en el estudio de varios estados de los CDC.

Durante el aumento invernal del COVID, las hospitalizaciones pediátricas por COVID alcanzaron un pico de 65 pacientes confirmados y 14 sospechosos de COVID el 25 de enero, una tasa de aproximadamente 1.9 hospitalizaciones por cada 100,000 niños cuando se observan los ingresos confirmados, según el tablero de Salemi. El estudio de los CDC identificó que el índice de hospitalización por COVID entre menos de edad alcanzó su punto máximo a nivel nacional en 2.1 por cada 100,000 niños el 9 de enero.

Hasta el 5 de junio, había 40 pacientes pediátricos confirmados con COVID y 5 sospechosos en el estado, una tasa combinada de 1.1 hospitalizaciones por cada 100,000 niños.

A nivel nacional, Florida ocupa el segundo lugar en el país en admisiones confirmadas de COVID en adultos, y en el cuarto en admisiones confirmadas o sospechosas, según datos de Servicios Humanos y de Salud de Estados Unidos. Para los pacientes pediátricos, Florida ocupa el cuarto lugar en admisiones confirmadas de COVID, pero esa clasificación cae al puesto 20 cuando se observan los confirmados y sospechosos.

La variación entre los ingresos confirmados y los sospechosos probablemente se deba a las diferencias en la forma en que los hospitales informan los datos y se hacen las pruebas de COVID, según expertos en salud pública y líderes hospitalarios.

El Dr. Barry Gelman, director médico de Hospital Materno Infantil Holtz, parte del Jackson Health System de Miami-Dade, dijo que no ha visto muchos casos de COVID entre menores de edad últimamente. A principios de esta semana, había alrededor de dos de estos pacientes ingresados.

De los 573 pacientes positivos ingresados menores de 18 años en Holtz, Gelman dijo que unos 204 eran mayores de 12 años. Solo un paciente menor de 18 años, dijo Gelman, falleció, pero en general, dijo que la muerte es un resultado extremadamente raro entre los pacientes más jóvenes, incluso aquellos que terminan en cuidados intensivos.

“Tenemos la suerte de que no estamos viendo nada como lo que sucedió entre los adultos”, dijo Gelman.

Pero en esta etapa de la pandemia, Gelman destacó que los adolescentes “son una una gran cantidad de personas que no tienen inmunidad”. Esa es parte de la razón por la que hay clínicas de vacunación sin cita previa en el hospital infantil, y los pacientes que aún no han recibido la vacuna son dirigidos allí.

“Estamos tratando de hacer que sea lo más fácil posible proteger a tantas personas para que puedan dejar atrás sus preocupaciones y disfrutar del verano”, dijo Gelman.

CUATRO RAZONES POR LAS QUE LOS ADOLESCENTES DEBEN VACUNARSE

Aunque el COVID pediátrico grave ha sido relativamente raro en el sur de florida, sigue siendo más peligroso para los adolescentes que la gripe, con índices de hospitalización aproximadamente tres veces mayores que los relacionados con la influenza en tres temporadas recientes de esa enfermedad, según el estudio de los CDC.

De los adolescentes que ingresan en el hospital con COVID, alrededor de un tercio terminan en la unidad de cuidados intensivos y 5% requiere ventilación mecánica, según el estudio.

El Dr. Kartik Cherabuddi, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de la Florida, dijo que el éxito de la campaña de vacunación entre los adultos ha llevado a gran parte del país a estar “atrapado en una especie de calma en la que pensamos que los niños no se enferman de COVID”.

“Cuando algo afecta peor a los niños, viene el pánico”, dijo Cherabuddi. “Pero creo que hemos ido en el otro sentido al pensar que no los afecta, lo cual no es cierto”.

Con ese fin, Cherabuddi propuso cuatro razones por las que los adolescentes deberían vacunarse. La primera, dijo, es evitar que los adolescentes se conviertan en los próximos “vectores de propagación”, propagando la enfermedad a personas mayores y no vacunadas.

La segunda razón, según Cherabuddi, es aprender de otros países, como el Reino Unido, donde las personas de 12 a 18 años representan un número sustancial de infecciones.

La tercera razón de Cherabuddi es el surgimiento de nuevas variantes virales peligrosas, como la “variante Delta”, que se originó en India y que se cree que se propaga con hasta 80% más facilidad que la variante británica.

Las variantes que se están propagando ahora han surgido en medio de la la presión de aumentar la vacunación entre los adultos, agregó Cherabuddi, lo que significa que es más probable que el virus llegue mejor a personas más jóvenes no vacunadas, como los adolescentes.

“Cuando ya hay ciertos grupos demográficos vacunados y protegidos, [las variantes] van a comenzar a propagarse en otros grupos de edad”, dijo.

Por último, Cherabuddi dijo que no se trata solo de proteger a los niños, sino de permitirles regresar a actividades normales como los deportes y los campamentos de verano sin preocuparse por estar infectados con COVID y tener que autoaislarse hasta que den negativo en las pruebas.

“Eso es tan problemático como ser hospitalizado”, dijo Cherabuddi. “No le quitemos la infancia a nuestros hijos”.

 

 

Fuente: El Nuevo Herald

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