Florida a menudo es blanco de este tipo de tormentas, lo que obliga a miles de personas a evacuar y refugiarse en locales habilitados.

“No sabemos cómo estará el virus a medida en los próximos días. No sabemos cómo se verá dentro de un mes, dentro de tres meses, pero tenemos que suponer que estará aquí con nosotros de alguna manera. Entonces, tenemos que pensar ¿cómo lidiar con los problemas de huracanes? “, preguntó el gobernador Ron DeSantis.

Con más de 37.000 casos confirmados de coronavirus y cerca de 1.500 muertes. DeSantis convocó a relajar el cierre de la economía y ahora permite a restaurantes y tiendas minoristas a operar al 25% del aforo, o capacidad permitida de clientes, con la excepción de los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach, donde la cifra de contagio es mayor.

“Este virus se transmite cuando tiene un contacto cercano con personas”, argumentó el gobernador. “Y cuando se busca refugio de un huracán hay que tener eso en cuenta. Si amontonamos a las personas en un lugar, en circunstancias normales puede estar bien, pero eso podría permitir que el virus se propague si hay alguien infestado”.

Por otra parte, el director de Emergencias de Florida, Jared Moskowitz, aseguró que trabaja con la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) para realizar “algunos cambios” en posibles cambios en la forma en que el estado atiende las evacuaciones y los refugios.

Moskowitz dijo que “los cambios” podrían ser “aceptar personas infectadas con el virus en lugares especiales”.

“Vamos a tener que crear más refugios que eviten la aglomeración de personas”, señaló, que no es permitida por recomendaciones del Centro para el Control de Enfermedades (CDC).

Asimismo, Moskowitz anticipó que el Gobierno estatal dispondrá de 10 millones de mascarillas para ser utilizadas en estos casos.