27 Sep / 09:16 am

Clinton muestra a Trump como un candidato sin planes para gobernar EEUU

El magnate se defendió de su falta de transparencia para mostrar su declaración de impuestos alegando que la exsecretaria de Estado tenía 33.000 correos electrónicos que tampoco mostraba, exponiendo la seguridad nacional del país

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Más que un debate, los 90 minutos en los que se enfrentaron políticamente por primera vez Hillary Clinton y Donald Trump parecía una exposición de motivos, de discursos ya oídos hasta el cansancio por muchos. Pero fueron suficientes para mostrar el contraste entre la experiencia política de la candidata demócrata y la ausencia de un plan por parte del republicano para enfrentar los problemas económicos y sociales que enfrenta Estados Unidos.

¿Fue decisivo el primer debate? No, a 42 días de la elección Clinton mostró su conocimiento en política internacional, le habló directamente a los aliados y líderes internacionales como una homóloga, como alguien que puede ocupar la oficina oval, y generar confianza en el exterior, pero Trump mantuvo un tono apacible, aunque interrumpía con frecuencia al moderador y a los planteamientos de su oponente.

A dos meses de las convenciones partidistas 48% de los votantes aseguraba que sabía mucho sobre las posiciones políticas de Clinton en temas importantes, y 41% conocía los planteamientos de Trump pero la mitad se mostraba un tanto perdido al respecto, según estudios de Pew Research Center. Allí radica la importancia del evento.

Emociones vs realidades

El famoso empresario habló desde las emociones, su discurso iba enfocado directamente a los votantes blancos, a aquellos que viven en los suburbios, que han perdido puestos de trabajos. Mantuvo su línea proteccionista al criticar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, (TPP, por sus siglas en inglés) firmado por el presidente Barack Obama, alegando que los puestos de trabajo se están yendo a México y a China, en detrimento de los trabajadores estadounidenses. Así como prometió renegociar los acuerdos internacionales y reducir los impuestos como plan para lograr un mayor crecimiento económico.

La exsecretaria de Estado lucía más racional, por momentos fría y distante pero asertiva en sus comentarios, dedicada a ampliar su base de apoyo. Al hablar de economía advertía que el comercio exterior no es el único desafío que tienen los estadounidenses, y alegaba que su plan de Gobierno traería más de diez millones de empleos al país, mientras que el del magnate neoyorkino disminuiría en 3.5 millones.

Los estadounidenses están divididos al opinar sobre el TPP, 47% considera que es un mal trato para EEUU mientras que 45% considera lo contrario pero al determinar su orientación política la brecha se expande. 59% de los votantes que apoyan a Clinton lo ven positivo frente a 32% en contra, mientras que 26% de quienes respaldan a Trump lo defienden, y 68% lo rechazan, de acuerdo a los datos que maneja Pew Research Center al respecto.

Clinton supo resaltar que Trump es falso y no tiene plan presidencial, pero necesita destacar (en el segundo debate) que no es un buen empresario, que es racista y que no tiene conocimiento ni experiencia para gobernar EEUU, estima Dennis Anderson, profesor de Gestión de la Información del St. Francis College, de Nueva York.

Trump, por su parte, no mostró su temperamento como ha acostumbrado a lo largo de este año de campaña electoral. De hecho, él hizo énfasis de ello: “mi mejor activo es mi temperamento. Yo sé ganar, ella (Hillary Clinton) no“. Sin embargo, esta vez no lucía victorioso. Parecía por momentos dominar el debate por cantidad de tiempo frente al micrófono pero sin sustancia que convenza a los electores.

El primer debate no fue suficiente para abordar todos los aspectos de interés nacional pero al tocar el tema racial y las armas Clinton se mostró empática al reconocer que es un desafío a enfrentar como sociedad, y explicó que la ubicación demográfica incide en el sistema de justicia, calificando como “epidemia“ las muertes de afroamericanos a manos de policías.

Según reportes del FBI, la disparidad racial en EEUU determina que aunque 13% de la población es afroamericana, 17% hispana y 63% blanca, ellos mueren en mayor proporción (31%) a manos de los policías que los blancos (52%) y los latinos (12%).

Pero al hablar de la demografía estadounidense es importante destacar cómo ha cambiado en los últimos 30 años. Según balance de Pew el perfil de los votantes republicanos: en 1992 eran 93% blancos, 3% hispanos y 2% afroamericanos; en 2016 86% son blancos, 6% hispanos y 2% afroamericanos. Mientras que dentro de los demócratas ha habido una variación más notable: en 1992 eran 76% blancos, 17 afroamericanos y 6% hispanos, actualmente 57% son blancos, 21% afroamericanos y 12% hispanos.

El momento más polémico y esperado de la noche fue cuando Trump se defendió sobre su falta de transparencia al negarse a mostrar su declaración de impuestos increpando a que Clinton mostrara los 33.000 correos electrónicos que había eliminado, exponiendo la seguridad nacional del país, y por los cuales el FBI la había investigado sin que ello acarreara un juicio penal.

A pesar del tenso momento, no fue el centro del debate ni un aspecto al que el republicano haya sacado punta para exponer la credibilidad de su contrincante, mientras que ella sí supo exponerlo como un misógino al recordar cuando llamó “Miss Piggy“ a la exMiss Universo venezolana, Alicia Machado, quien se ha nacionalizado como ciudadana estadounidense.

Aunque Clinton aún no se ha disculpado con los estadounidenses por ese incidente cuando ejercía la jefatura en la Secretaria de Estado -lo que le ha generado desconfianza de buena parte del electorado- logró en este primer encuentro salir invicta en esta materia, y lucir competente y presidenciable mientras Trump pierde la oportunidad de ganar apoyo dentro de su batalla antiestablishment.

Fuente: Diario las Américas

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