El debate de este domingo fue el más violento de siempre en la historia de la televisión estadounidense. Un candidato dijo que enviaría el otro a la cárcel, agregó que había maldad en su corazón, y acusó al esposo de su contendiente de haber abusado de mujeres.

“Las mías son palabras, las de él son acciones”, le espetó el candidato republicano, el magnate Donald Trump, a su contendiente demócrata, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, en referencia a su esposo, el expresidente Bill Clinton.

Un ataque particularmente duro se dio cuando Trump dijo que, de ser electo presidente, y “nunca pensé decir esto, encargaré a mi secretario de Justicia que nombre un fiscal especial para tratar tu caso”, en una referencia al legajo de correos electrónicos que han desaparecido de los servidores del departamento de Estado.

El otro, fue cuando Clinton dijo que “menos mal que alguien con el temperamento de Trump no está al frente del país”. A lo que el magnate reaccionó de inmediato: “Porque estarías en prisión”. Nunca un candidato había propuesto enviar a la cárcel a un oponente político.

Tras el debate, el jefe de campaña de Clinton, John Podesta dijo a la cadena CNN que la expresión fue “algo más de lo que Donald Trump nos tiene habituados. Él no está a cargo de las leyes en Estados Unidos ni nunca lo estará. Lo único que le queda es este tipo de cosas que no son dignas de un candidato, muchos menos presidente o comandante-en-Jefe”.

Entre bambalinas, uno de los portavoces de Clinton insultó a Trump cuando dijo que si él fuera presidente el capitán Humayun Khan no hubiera muerto en Irak. Los padres del oficial fueron unas de las estrellas de la pasada Convención Demócrata. “Escucha, @realdonaldtrump, sobre tu frase de que el capitán Khan estaría vivo si fueras presidente: ¡Jódete!”, escribió Jesse Lehrich en su cuenta twitter, aunque minutos después se disculpó.

Aun así, el debate terminó de una forma inesperada cuando un miembro del público, ante los abrumadores ataques mutuos, preguntó si había en cada quien algo que respetara del contendiente. Hasta los moderadores quedaron fríos.

“Diría que sus hijos. La forma en como fueron educados dice mucho de Donald”, contestó Clinton. Trump se limitó a agradecer el elogio y consideró que su contendiente es una mujer “que no desiste, que no abandona, una luchadora”. Tal vez por eso se despidieron con un apretón de manos, mientras que al inicio se limitaron a saludarse con la cabeza.

Para un debate de esta importancia, el público fue particularmente bien comportado. Soltaron dos carcajadas cuando Trump dijo que “tengo tremendo respeto por las mujeres. Nadie lo tiene más que yo” y cuando la candidata demócrata aseveró que el video divulgado recientemente por el Washington Post “representa lo que Donald Trump piensa. Este es quien Donald Trump es”; él contestó: “Gente no hagan caso, ese fue un lenguaje de vestuario del cual estoy arrepentido”.

El debate comenzó en medio de una gran tensión que era visible hasta entre los analistas y redes sociales. Además del intercambio sobre el video en cuestión y la controversia que le ha seguido, horas antes del enfrentamiento Trump dio una rueda de prensa junto a cuatro mujeres que acusan al expresidente Bill Clinton de acoso sexual en la década de los años 90 del siglo pasado. Fue un intento de descarrilar la campaña presidencial de Hillary porque, además, el candidato republicano terminó invitándolas a asistir al debate. Posteriormente, las cuatro asistieron al debate por invitación del candidato republicano.

Una de ellas fue Paula Jones sobre quien, según se sabe, Trump ha sido crítico públicamente. En agosto de 1998, durante una entrevista con Chris Matthews, en CNBC, el ahora candidato republicano la clasificó de una “perdedora que estuvo a punto de acabar con un presidente de Estados Unidos”. Pero en esa época los Clinton y los Trump eran amigos.

No hubo un vencedor claro en este segundo debate. Pero Trump surgió mucho más desenvuelto, sin dejar de lado el hábito de interrumpir a punto de que los moderadores lo mandaron a callar dos veces, y se notó claramente una mejor preparación.

Su lenguaje corporal fue quizá el gran contraste con Clinton. Mientras el magnate ostensivamente le volvía la espalda o caminaba por el escenario, la exsecretaria de Estado se mantuvo ecuánime, con una sonrisa en los labios, aunque cuando discutieron sobre la guerra en el Medio Oriente se le vio un poco distante.

De todos modos para David Gergen, quien fuera asesor de cinco presidentes de ambos partidos, “en los primeros 20 minutos (Trump) surgió muy evasivo, no contestando directamente las preguntas y desviando los temas para lo que le interesaba”.

En el segmento de política internacional, el magnate fue particularmente incisivo con su rival, a quien acusó de no haber defendido los intereses de Estados Unidos en la región, al tiempo que elogió a los líderes de Rusia, Irán y Siria, de estar combatiendo y derrotando al Estado Islámico, mientras Washington permanece de brazos cruzados.

Hillary Clinton no dejó pasar la oportunidad para dejar caer que Rusia está detrás de los ataques cibernéticos al departamento de Estado, y teniendo el Gobierno de Vladimir Putin un matiz autoritario hará todo lo posible para disuadirlo y que se una a una coalición internacional.

En términos de victoria, republicanos y demócratas se la atribuyen. Para el candidato republicano a la vicepresidencia, el senador Mike Pence, el intercambio de hora y media en St. Louis, Missouri, fue “una gran victoria” para Trump. Mientras que la estratega demócrata, María Cardona, consideró que el magnate cayó en una espiral profunda. “Rumbo al sur, siempre rumbo al sur, no al norte como Hillary”, escribió en su cuenta Twitter.

Curiosamente, el debate fue presenciado por un político británico, Nigel Farage, el cerebro detrás de la campaña del ‘Brexit’, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, quien ha defendido las declaraciones de Trump sobre las mujeres que tanto fueron criticadas. “Fue apenas un alarde de macho alfa. Si vamos a ser honestos, es aquel tipo de cosas que los hombres hacen”.

Aunque admitió que no le gustó el contenido del polémico video, Farage, quien ha participado en el entrenamiento del magnate para este segundo debate, enfatizó que “muchas mujeres dicen cosas entre ellas que no les gustaría ver en Fox News”.

El próximo debate se realizará el 19 de octubre en Las Vegas.

Fuente: Diario las Américas