24 Abr / 12:40 pm

Venezolanos protestan desde principal autopista de Caracas

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Una mujer sostiene una cruz de madera mientras junto a otros manifestantes bloquean una autopista durante una protesta contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela, el lunes 24 de abril de 2017. (AP Foto/Ariana Cubillos)

Bajo un sol ardiente que caía sobre Caracas, miles de opositores se apostaron a lo largo del distribuidor Altamira, en el este de la principal autopista de la capital venezolana, y lo transformaron en una suerte de parque para jugar cartas y dominó, leer libros, improvisar picnics y acostarse a descansar protegidos por sombrillas y banderas.

Desde el lunes por la mañana, miles de manifestantes volvieron a salir a las calles para protestar en rechazo al gobierno de Nicolás Maduro, que acusa a sus adversarios de promover un golpe de Estado.

“Queremos vivir libres, queremos hacer lo que estamos haciendo en este momento, que es salir y sentarnos en la calle”, afirmó a The Associated Press Juan Carlos Bautista, un comerciante de 48 años, mientras jugaba una partida de dominó con otras cinco personas sentado sobre el asfalto. “Estoy aquí luchando por mis hijos y por el futuro de los hijos de mis hijos”, manifestó el venezolano al asegurar que permanecerá en la vía las horas que sean necesarias para protestar contra el gobierno.

Entre un mar de banderas y al grito “¿Quiénes somos? Venezuela. ¿Qué queremos? ¡Libertad!”, otros opositores salieron desde diferentes puntos de la capital rumbo a la autovía.

“No me detendré, porque el que se detiene, pierde. Tenemos que mantenernos en la calle”, dijo a la AP Lisbeth Colina, una profesora jubilada de 64 años, mientras marchaba con una bandera amarrada a la espalda. “Estoy aquí por mis hijos y por mis nietos, dispuesta a todo. No tengo miedo y mucho menos a una represión tan grande”, agregó Colina.

La marcha comenzó horas después de que se informara oficialmente el fallecimiento de una enfermera tras recibir un golpe durante una marcha oficialista, con lo que se elevaron a 21 los muertos en las protestas de las últimas tres semanas en Venezuela.

Almelina Carrillo, de 47 años, murió en un hospital del centro de Caracas al que había ingresado el 19 de abril tras ser golpeada en la cabeza por una botella de agua congelada lanzada desde un edificio, escribió el ministro de Relaciones Interiores, mayor general Néstor Reverol, en su cuenta de Twitter.

La enfermera observaba el paso de una marcha oficialista en el centro de la capital venezolana.

“Tenemos que seguir en las calles y hacerle saber a Venezuela y al mundo que este es el momento en el que tenemos que darlo todo por un cambio”, dijo Eduardo León, un estudiante de ingeniería química de 20 años, mientras marchaba por una avenida del este de la ciudad.

Centenares de policías y guardias nacionales, con equipos antimotines, tomaron desde el amanecer varios puntos de la ciudad.

En rechazo a la nueva protesta de la oposición, Maduro afirmó el domingo que no se rendirá “ante las fuerzas de la oligarquía” e instó a sus adversarios a retornar al proceso de diálogo estancado desde diciembre.

La oposición ha descartado cualquier diálogo con Maduro y anunció que seguirá en las calles hasta que el gobierno convoque elecciones, abra un canal humanitario para alimentos y medicinas, libere a los que consideran presos políticos y respete al Congreso.

La crisis venezolana ha generado preocupación en varios países de la región y organizaciones como la ONU y la OEA, que urgieron a Caracas a reducir la polarización y crear condiciones para enfrentar la situación.

Algunas organizaciones humanitarias y opositores cuestionaron la actuación de los cuerpos de seguridad, a los que acusaron de excederse en la contención de las protestas. Las autoridades desestimaron las críticas y sostuvieron que actuaron según las leyes.

Además de los muertos las protestas han dejado más de un centenar de heridos y detenidos.

Las tensiones políticas se intensificaron luego de dos sentencias que el Tribunal Supremo de Justicia emitió a fines de marzo en las que asumió las atribuciones de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque el máximo tribunal, acusado de estar controlado por el gobierno, revirtió los fallos las protestas no han cesado.

Fuente: AP

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