Alfredo “Freddy” Ramírez, que ha pasado los últimos siete años junto al director de la policía del Condado Miami-Dade Juan Pérez, fue nombrado el miércoles su sucesor. Ramírez prometió enfocarse en la violencia armada y en el bienestar de sus agentes.

Ramírez, de 49 años, fue nombrado en el cargo y presentado por el alcalde del Condado Miami-Dade Carlos Giménez en un abarrotado salón de conferencias del cuartel general de la la policía en Doral.

“Siempre me ha inspirado su energía, su pasión, su inteligencia”, dijo el alcalde.

De pie, al lado de su familia, y después de un fuerte abrazo de Pérez, el próximo jefe de la policía dijo que se trataba de un “momento especial”, y luego agregó que quería seguir el legado de sus predecesores.

“El día que muera, quiero que me entierren con este uniforme”, le dijo Ramírez a la multitud.

Ramírez, que trabaja en el departamento desde 1995, tomará el mando el lunes de una de las agencias policiales más grandes del sureste del país. Pérez, que cumple este mes 52 años, pasará al retiro tras una carrera de 30 años, los últimos cuatro años al frente del departamento. Hasta el momento, ha sido muy reservado sobre su futuro, y dejó abierta la posibilidad de aspirar a un cargo público, incluso como jefe de policía del condado en 2024.

Durante décadas, Miami-Dade ha evitado politizar el cargo de jefe de policía, dejándolo como una posición que se encarga de nombrar el alcalde. Sin embargo, el año pasado, la Legislatura de la Florida obligó al condado después que en un referendo estatal, los votantes decidieron que Miami-Dade debía tener un jefe de policía elegido por los votantes.

Esto quiere decir que el tiempo que Ramírez se desempeñaría como jefe podría ser relativamente corto. Si Ramírez quiere continuar en el cargo, tendrá que presentarse a las elecciones en el 2024. Ello, sin embargo, no es en lo que el nuevo director quiere enfocarse en estos momentos. Por el contrario, Ramírez dijo que buscará seguir una iniciativa de seguridad pública para reducir la violencia y encargarse de más de los 3,000 agentes que a partir de ahora deberá supervisar.

“Con mucha humildad agradezco la oportunidad de dirigir esta agencia y continuar el legado de mis predecesores”, dijo Ramírez. “Mi gran prioridad es mantener a salvo a mis agentes y a la comunidad, y seguir trabajando con todos ustedes para alcanzar los objetivos”.

Ramírez, que el miércoles estuvo acompañado por su esposa, Jody, y dos de sus cuatro hijos, se incorporó a la agencia hace casi 25 años. Con el tiempo, fue escalando posiciones desde el grado de patrullero en el sur del condado, hasta director del instituto de entrenamiento y en la secciones de investigaciones criminales, homicidio y narcóticos.

Su nombramiento no es una sorpresa. Ramírez lleva alrededor de cinco años preparándose para el cargo, trabajando codo a codo con Pérez, y en el 2018 fue nombrado subdirector del departamento.

Graduado de la Universidad de Miami (UM), Ramírez conoció a su esposa cuando los dos estudiaban en la secundaria Sunset, y dijo que conoce bien las dificultades de dirigir un departamento tan grande, ya que ha pasado años viendo cómo Pérez tomaba “algunas de las decisiones más difíciles que un jefe de policía tiene que tomar”.

Brandon Ramírez, hijo del nuevo jefe de la policía, también trabaja como policía del condado, y es miembro del Equipo de Respuesta Rápida del departamento, una nueva sección que lo que hace esencialmente es recorrer y vigilar el condado, y que se creó tras la masacre en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland el Día de San Valentín de 2018.

Freddy Ramírez asume el mando de un departamento que en los últimos años ha estado relativamente libre de escándalos, aunque recientemente ha recibido duras críticas por las acciones que algunos agentes tomaron durante un enfrentamiento armado en Pembroke Pines a principios de diciembre del año pasado. La policía de Miami-Dade junto a agentes de varios otros departamentos de policía persiguieron a dos hombres que habían robado en una joyería de Coral Gables, y luego secuestraron un camión de UPS y se llevaron al conductor como rehén.

Cuando el camión por fin se detuvo en Miramar, la policía le respondió el fuego a los dos ladrones, y el caos reinó en una concurrida intersección. Los dos delincuentes y el conductor UPS murieron baleados en el tiroteo, al igual que un inocente que estaba en su auto. Más de un mes después de la tragedia, todavía no se sabe qué bala mató al hombre en su automóvil. El Departamento de Policía de la Florida (FDLE) está investigando el incidente.

Ramírez también supervisará la cobertura policial durante el Super Bowl de este año, que se celebrará a principios de febrero en el Hard Rock Stadium en Miami Gardens.

Pérez, que trabajó en una época en que los agentes llevan instaladas cámaras en el uniforme, y dirigió al departamento en una era que se utilizan artefactos de alta tecnología, dijo que los cuatro años que pasó como jefe “fueron de gran utilidad”.

“Ahora”, dijo Pérez, “llegó el momento de irme. Este departamento está listo para seguir adelante y tenemos un formidable plan de sucesión”.