29 Jul / 01:56 pm

Muere el artista venezolano Carlos Cruz-Diez, una de las figuras más destacadas del arte cinético a nivel mundial

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Carlos Cruz-Diez, uno de los artistas plásticos más renombrados de Venezuela, falleció el sábado en París a los 95 años.

“Estamos de luto: fallece en París Carlos Cruz-Diez, uno de los máximos exponentes del arte cinético a nivel mundial”, informó este domingo su taller, Atelier Cruz-Diez Paris, a través de su cuenta de Twitter.

El venezolano, nacido en Caracas en 1923, residía en Francia desde la década de 1960.

Y, como destacó la agencia Reuters, “deja como legado una fructífera carrera e investigaciones sobre la forma y el color que aportaron al arte nuevas percepciones cromáticas”.

“Tenemos el inmenso dolor de anunciar el deceso de nuestro amado padre, abuelo y bisabuelo, Carlos Eduardo Cruz-Diez, ocurrido el día sábado 27 de julio de 2019 en la ciudad de París, Francia. Tu amor, tu alegría, tus enseñanzas y tus colores nos acompañarán por siempre“, se lee en un comunicado publicado en la página web del artista.

Instalación de Carlos cruz-DiezDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionCruz-Diez era mundialmente conocido por sus coloridas instalaciones.

Según el diario venezolano El Nacional, los actos fúnebres serán realizados de manera íntima y privada.

“La familia Cruz-Diez notificará en sus medios oficiales cuáles serán las actividades de servicios religiosos en homenaje a la vida y legado del Maestro. Piden espacio, privacidad y respeto en este duro momento”, informó el diario.

Color y espacio

Mejor conocido por sus grandes y coloridas instalaciones, a lo largo de su vida Cruz-Diez elaboró todo un discurso sobre el color y desarrolló nueve líneas de investigación sobre el mundo cromático.

“Soy investigador, soy un experimentador. La vida es un proyecto, cuando se acaba el proyecto se acaba la vida“, le dijo en 2015 a BBC Mundo.

En su periplo, Cruz-Diez también transformó el concepto del arte contemplativo al arte participativo.

En su opinión antes el mundo cromático estaba “anquilosado” y la noción del color era un “absoluto”.

“Intento evidenciar el color como una situación efímera, como una realidad autónoma en continua mutación”, explicó en su momento.

“El color es el mundo de lo afectivo, hay colores que producen alegría y hay colores que producen tristeza, otros producen múltiples sensaciones”, le recordó también el maestro venezolano a BBC Mundo en 2014.

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Maestro de artistas venezolanos,

Por Guillermo Olmo, corresponsal de BBC News Mundo en Venezuela

Decir arte en Venezuela, es decir Cruz-Diez.

Junto al del músico Gustavo Dudamel, su nombre es el que viene a la boca de todos cuando se pregunta cuál es el artista más importante del país.

Reconocido a nivel mundial por su incesante exploración de las posibilidades estéticas y emocionales del color y el movimiento, lo que le convirtió en un referente del conocido como arte cinético, algunas de las obras del artista se habían convertido en un elemento imprescindible en el paisaje de la vida de los venezolanos.

El suelo de formas coloreadas que diseñó en la terminal del aeropuerto de Caracas ha sido el escenario de las despedidas de muchos de los que ahora abandonan un país en crisis y resiste como testimonio del talento de su creador.

Aunque él ya no esté, seguirá jugando con la vista del espectador como siempre ha hecho, y como le gustaba hacer a Cruz-Diez con la mirada de discípulos suyos como el artista visual Donaldo Barros, que siempre le recordarán con cariño.

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Una de las grandes figuras del arte cinético -en el que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo- Cruz-Diez también creó un nuevo discurso sobre el uso de los espacios como parte de la obra de arte.

“Abandoné el muro por el espacio. Nosotros no hacemos cuadros, hacemos situaciones, en la cuales las cosas están cambiando constantemente en el tiempo y en el espacio”, le explicó también a BBC Mundo.

Una intervención de Cruz-Diez en una calle de Los ÁngelesDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionUna intervención de Cruz-Diez en una calle de Los Ángeles.

Tal vez por eso, al venezolano le gustaban particularmente las intervenciones artísticas, “mientras más grandes mejor”.

“Es la invasión. Que la gente esté dentro de un espacio cromático que está evolucionando, que se sienta inmersa en él“, explicó su trabajo cuatro años antes de su muerte.

 

 

Fuente: DLA

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