Han Lay es una reina de belleza que está en el ojo del huracán, pues tuvo el valor de enfrentarse a los militares de Birmania.
Las herramientas que empleó esta joven de 22 años fueron, sin duda, las palabras. En la actualidad tiene miedo de las represalias que puedan tomar contra ella.
La prensa puso la atención en esta valiente mujer porque la semana pasada usó la plataforma del Miss Grand International para pedir ayuda y decir que en su nación está muriendo gente.
“Hoy en día, en mi país, Birmania, hay mucha gente muriendo. Por favor, ayuden a Birmania. Necesitamos su ayuda internacional urgente ahora mismo”, expresó.
No es la única vez que Han Lay levanta su voz o defiende una causa, pues hace más de un mes salió a protestar a las calles de Yangon, la mayor ciudad de Birmania, para defender sus derechos y declararse en contra de los militares.
Para contextualizar un poco, en esta nación hace dos meses aproximadamente, comenzaron una serie de disturbios, cuando los militares decidieron controlar el país como una forma no democrática de actuar debido a que en las recientes elecciones ganó por mucha ventaja la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi.
La ciudadanía al no estar de acuerdo con este accionar, salieron a las calles a protestar. Al principio los militares los dispersaban con cañones de agua, posteriormente con balas de goma, pero de un momento a otro comenzaron a lanzar munición real.
Save the Children, cifra las muertes en más de 500 personas, de las cuales 43 son niños.
La concursante de belleza no piensa regresar por los momentos a su país, y es que recientemente se dio a conocer que las fuerzas de seguridad emitieron una orden de detención contra 18 personalidades. La mujer indicó que no ha recibido amenaza de los militares, sin embargo teme por su familia.
Durante una declaración a la BBC en una entrevista telefónica desde Bangkok, añadió: “Estoy muy preocupada por mi familia y mi seguridad, porque he hablado mucho sobre los militares y la situación del país. Allí todo el mundo sabe que hay límites a la hora de hablar de lo que ocurre”.
