Se terminó la espera, llegó el día en que se paraliza Estados Unidos para disfrutar de su evento por excelencia: el Super Bowl.
Este domingo 7 de enero los Chiefs de Kansas City, vigentes campeones de la NFL se enfrentan a los Buccaneers de Tampa Bay en el estadio Raymond James, el cual albergará unos 22,000 aficionados para disfrutar del Super Bowl 55.
Será la primera vez que este partido se realice en casa de uno de los finalistas, pues los Bucs juegan en su estadio en Tampa, con la posibilidad de ser el primer equipo que se corona en su propia ciudad.
No lo tendrá nada fácil ante un equipo de Kansas, que pese a jugar “fuera” sale como favorito en las apuestas, tras su gran campaña.
Se espera que sea un encuentro de mucha puntuación, con dos equipos con propuestas muy ofensivas, y con un marcador bastante cerrado. Pero ya se sabe que en un juego cualquier cosa puede pasar y los nervios pueden propiciar errores que al final sean los que inclinen la balanza a un lado u otro.
El entrenador de los Chiefs Andy Reid es defensor de la ofensiva de la costa oeste, con el quarterback dando pases cortos a desmarcados wide receiver, tight end o running back capaces de ganar por tierra muchas yardas.
Mientras que el entrenador de los Bucs le da toda la confianza a sus quarterbacks para estos asuman todos los riesgos, sin importar las consecuencias.
Con esa filosofía ofensiva ambos han conseguido llegar hasta aquí y colocarse a un paso de la gloria.
Pero nada de esto hubiese tenido éxito si ambos no hubiesen contado con el dúo de QB más talentoso de la NBA en estos momentos, aunque el juego de ambos sea muy diferente.
El quarterback de Tampa Bay, Tom Brady, destaca por ser un genuino representante de la vieja escuela, donde el pasador se mantiene en la bolsa de protección, sin apenas moverse, esperando a que sus receptores se posesionen para lanzarle el balón.
Mientras el QB de Kansas City, Patrick Mahomes, es todo lo contrario, un producto de la escuela moderna, utilizando toda su movilidad para salirse de la zona de protección y liberarse de la marca, mientras sus receptores se desmarcan para entonces lanzarles el ovoide.
Mahomes, de 25 años, creció viendo jugar a Brady, de 43, y aunque su juego es muy diferente conoce muy bien su mentalidad ganadora, la cual le ha llevado a disputar 10 Super Bowl.
“Creo que lo más importante de Brady es su impulso competitivo y siempre que pueda va a dejar todo en el campo”, dijo Mahomes. “En eso es igual que yo, sale a ganar y no le importa si tiene que lanzar para 400 o para 100 yardas. Yo tengo esa misma mentalidad, no importa lo que pase, yo sólo quiero ganar”.
Brady va por séptimo anillo de campeón, Mahomes por su segundo consecutivo. Los Buccaneers buscan su segundo título (2002), los Chiefs su tercero (1969 y 2019). Habrá grandes anuncios comerciales y un buen show de medio tiempo protagonizado por Weeknd.
Y la pregunta es: ¿Habrá cambio de guardia o Brady se consagrará como el mejor de la historia? Una duda que se va a despejar la noche del domingo.
Fuente: El Nuevo Herald
